NOVEDADES DISCOGRÁFICAS
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Fiebre bachiana
Ignacio González Pintos
viernes, 19 de febrero de 2010
Johann Sebastian Bach: Suites Inglesas BWV 806-811. Andrea Bacchetti, piano. Dos CD de 143 min. de duración total grabados en Sacile,
Fazioli Concert Hall, Italia, el 8 y 9 de Septiembre de 2005. Ingeniero de sonido: Matteo Costa. Stereo. Decca, Universal Classics
& Jazz, Universal Music Italia S.R.L. 476 3127 /// Johann Sebastián Bach: Invenciones BWV 772-786; Sinfonias BWV 787-801; Suite
Francesa Nº 6 BWV 817; Partita Nº 2 BWV 826; Preludios BWV 924-928, 930, 931, 933-943, 999; Preludio y Fugueta BWV 899, 900, 902a;
Preludio y Fuga BWV 895; Fugueta BWV 961; Fuga BWV 952, 953. Andrea Bacchetti, piano. Dos CD de 140 min. de duración total grabados
en Milán, Sala Verdi del Conservatorio, Italia, Marzo de 2008 y Sacile, Fazioli Concert Hall, Italia, Septiembre de 2008. Ingeniero
de sonido: Matteo Costa. Stereo. Dynamic CDS 629/1-2.
La verdadera novedad de estos dos registros que presentamos a continuación la constituye la referencia Dynamic, pues el disco Decca
dedicado a las Suites Inglesas es en realidad una grabación del año 2005 que fue editada al año siguiente aunque, eso sí, no nos consta
que el artículo gozara de distribución alguna en nuestro territorio hasta el momento.
Dos dobles discos que vienen a ser el primero y el
-hasta ahora- último de los capítulos de la fiebre bachiana por la que atraviesa el inquieto pianista Andrea Bacchetti, una pasión que lo ha llevado a grabar con tres sellos diferentes -a estos discos para Decca y Dynamic hay que sumar el que grabó entre medias para Arthaus con dos versiones, una en CD y otra en DVD, de las Variaciones Goldberg- y que no le ha impedido emprender con un cuarto sello, RCA, un
Dos dobles discos que vienen a ser el primero y el
-hasta ahora- último de los capítulos de la fiebre bachiana por la que atraviesa el inquieto pianista Andrea Bacchetti, una pasión que lo ha llevado a grabar con tres sellos diferentes -a estos discos para Decca y Dynamic hay que sumar el que grabó entre medias para Arthaus con dos versiones, una en CD y otra en DVD, de las Variaciones Goldberg- y que no le ha impedido emprender con un cuarto sello, RCA, un
proyecto no bachiano que todavía continúa en curso -por cierto que en nuestro comentario desde estas mismas páginas a un registro perteneciente
a ese proyecto RCA, concretamente el disco edicado a Sonatas de Galuppi, anunciábamos la próxima aparición de este disco Dynamic informando
erróneamente que la selección de Preludios y Fugas incluidos pertenecían a alguno de los libros de El Clave Bien Temperado, circunstancia que
ahora refuta el contenido del disco.
Sea como fuere se trata de dos nuevos ejemplos del indiscutible talento pianístico de Andrea Bacchetti, un ejercicio en el que la extrema claridad
de la articulación es animada, iluminada, por la exquisita musicalidad del artista genovés, por su extraordinaria capacidad para hacer cantar al
piano.
Existen, sin embargo, diferencias relevantes entre los dos registros que merecen ser comentadas. La dispar naturaleza de las obras contenidas en cada uno de los discos, la evolución comprensiva que de este particular universo musical ha ido desarrollando el intérprete y la íntima relación que éste ha establecido con su Fazioli -maravilloso instrumento que coprotagoniza todos los registros aludidos- contribuyen a explicar y localizar dichas diferencias.
La interpretación de las Suites Inglesas para Decca destaca por el sonido brillante y afilado, muy timbrado y en punta, que exhibe el pianista. Un sonido que se resuelve, siempre con pulcritud y equilibrio, en un fraseo tenso y fibroso, marcado e incisivo. Los episodios que integran cada Suite siguen una rigurosa lógica que se ajusta con celo al diseño formal de las obras. Las sarabandes se convierten en el lugar donde la pulsación se detiene, donde Bacchetti persigue la expresión de lo sublime; las danzas más vivas ofrecen al pianista el espacio ideal para la digitación más nerviosa y excitada, en la que la agilidad deslumbra con una urgencia que en ocasiones roza el apresuramiento. Es, sin embargo, en los números de clima más templado donde encontramos los ejemplos de mayor inspiración por parte del intérprete: unos preludios proporcionados, elaborados con sensible precisión; unas allemandes refinadísimas, absolutamente encantadoras, pronunciadas con fascinante delicadeza.
Un Bach luminoso y vibrante, apolíneo y exacto, técnicamente sobresaliente, que contrasta en cierta medida con el que encontramos en el disco Dynamic.
El sonido de Bacchetti no ha perdido en nuestra segunda referencia el brillo y el atractivo tímbrico que lo caracterizan, pero la pulsación se ha vuelto más cálida y profunda, dotando a cada nota de mayor peso, de un significado y un sentido propios. El fraseo, siempre fluido y musical, mantiene como señas de identidad la claridad expositiva y la independencia de las voces, pero su discurrir resulta más flexible y sugerente, menos rectilíneo, de una serenidad intensamente poética. Los contrastes dinámicos, tímbricos, expresivos o de tempi son ahora más tenues, menos acusados, y se resuelven con extraordinaria sutileza. Bacchetti y su Fazioli nos ofrecen un discurso esculpido a golpe de matiz sonoro en el que las posibilidades expresivas del piano son exploradas con mimo y sensibilidad.
Si en el disco Decca admiramos la inmaculada precisión y la intensa luz con la que el artista recorre los pentagramas, en el disco Dynamic encontramos a un Bacchetti que se entrega con íntima devoción a la música. El pianista ha interiorizado los severos ejercicios pedagógicos que protagonizan el disco y su canto se ha vuelto profundamente introspectivo, convirtiendo el tejido polifónico en expresión de las complejidades del alma. La Suite Francesa Nº 6 y la Partita Nº 2 incluidas en el doble disco participan igualmente de este éxtasis canoro de Bacchetti, una auténtica celebración de ese poético ritual bachiano en el que la perfección formal deviene mágica belleza.
En conjunto, dos registros que nos ofrecen una amplia panorámica de las posibilidades interpretativas de Bacchetti aplicadas al universo Bach, con buenas tomas sonoras en ambos casos -especialmente en el registro Dynamic.
Salvando las distancias que impone la personalidad y el talento singular del artista podríamos decir, utilizando dos referencias interpretativas de este mismo universo por las que Bacchetti ha confesado sentir especial debilidad, que mientras la aproximación a las Suites Inglesas mira de reojo la eléctrica pulcritud y el derroche técnico de un Gould la contenida en el registro Dynamic se vuelve hacia el trascendental y muy humano enfoque de un Horszowski.
Sea como fuere se trata de dos nuevos ejemplos del indiscutible talento pianístico de Andrea Bacchetti, un ejercicio en el que la extrema claridad
de la articulación es animada, iluminada, por la exquisita musicalidad del artista genovés, por su extraordinaria capacidad para hacer cantar al
piano.Existen, sin embargo, diferencias relevantes entre los dos registros que merecen ser comentadas. La dispar naturaleza de las obras contenidas en cada uno de los discos, la evolución comprensiva que de este particular universo musical ha ido desarrollando el intérprete y la íntima relación que éste ha establecido con su Fazioli -maravilloso instrumento que coprotagoniza todos los registros aludidos- contribuyen a explicar y localizar dichas diferencias.
La interpretación de las Suites Inglesas para Decca destaca por el sonido brillante y afilado, muy timbrado y en punta, que exhibe el pianista. Un sonido que se resuelve, siempre con pulcritud y equilibrio, en un fraseo tenso y fibroso, marcado e incisivo. Los episodios que integran cada Suite siguen una rigurosa lógica que se ajusta con celo al diseño formal de las obras. Las sarabandes se convierten en el lugar donde la pulsación se detiene, donde Bacchetti persigue la expresión de lo sublime; las danzas más vivas ofrecen al pianista el espacio ideal para la digitación más nerviosa y excitada, en la que la agilidad deslumbra con una urgencia que en ocasiones roza el apresuramiento. Es, sin embargo, en los números de clima más templado donde encontramos los ejemplos de mayor inspiración por parte del intérprete: unos preludios proporcionados, elaborados con sensible precisión; unas allemandes refinadísimas, absolutamente encantadoras, pronunciadas con fascinante delicadeza.
Un Bach luminoso y vibrante, apolíneo y exacto, técnicamente sobresaliente, que contrasta en cierta medida con el que encontramos en el disco Dynamic.
El sonido de Bacchetti no ha perdido en nuestra segunda referencia el brillo y el atractivo tímbrico que lo caracterizan, pero la pulsación se ha vuelto más cálida y profunda, dotando a cada nota de mayor peso, de un significado y un sentido propios. El fraseo, siempre fluido y musical, mantiene como señas de identidad la claridad expositiva y la independencia de las voces, pero su discurrir resulta más flexible y sugerente, menos rectilíneo, de una serenidad intensamente poética. Los contrastes dinámicos, tímbricos, expresivos o de tempi son ahora más tenues, menos acusados, y se resuelven con extraordinaria sutileza. Bacchetti y su Fazioli nos ofrecen un discurso esculpido a golpe de matiz sonoro en el que las posibilidades expresivas del piano son exploradas con mimo y sensibilidad.
Si en el disco Decca admiramos la inmaculada precisión y la intensa luz con la que el artista recorre los pentagramas, en el disco Dynamic encontramos a un Bacchetti que se entrega con íntima devoción a la música. El pianista ha interiorizado los severos ejercicios pedagógicos que protagonizan el disco y su canto se ha vuelto profundamente introspectivo, convirtiendo el tejido polifónico en expresión de las complejidades del alma. La Suite Francesa Nº 6 y la Partita Nº 2 incluidas en el doble disco participan igualmente de este éxtasis canoro de Bacchetti, una auténtica celebración de ese poético ritual bachiano en el que la perfección formal deviene mágica belleza.
En conjunto, dos registros que nos ofrecen una amplia panorámica de las posibilidades interpretativas de Bacchetti aplicadas al universo Bach, con buenas tomas sonoras en ambos casos -especialmente en el registro Dynamic.
Salvando las distancias que impone la personalidad y el talento singular del artista podríamos decir, utilizando dos referencias interpretativas de este mismo universo por las que Bacchetti ha confesado sentir especial debilidad, que mientras la aproximación a las Suites Inglesas mira de reojo la eléctrica pulcritud y el derroche técnico de un Gould la contenida en el registro Dynamic se vuelve hacia el trascendental y muy humano enfoque de un Horszowski.